Uno de los secretos de la mejora del equipo es que los partidos vuelven a voltearse desde el banquillo. Xavi interviene con valentía y con rapidez cuando ve que el equipo flojea.
La feliz entrada desde el banquillo de Ferran Torres ante el Elche no solo ayudó a remontar el marcador adverso sino que además lanzó un mensaje inequívoco: nadie tiene la titularidad asegurada y, al mismo tiempo, se puede ser protagonista saliendo como suplente.
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Sin duda, el dinamismo y el carácter que Xavi ha imprimido desde su puesto ya están dejando ver sus frutos.