Iñigo Martínez desvela entre risas… quién se gana más sus broncas

La precisión del fuera de juego se ha convertido en una de las señas de identidad del Barça de Flick. Uno de los mejores ejemplos fue el último clásico, donde logró que el Madrid cayera en posición irreglamentaria hasta en 12 ocasiones. Una de las claves para lograr esta precisión está siendo la figura de Iñigo Martínez, que se ha convertido en el gran líder de la defensa.

Su caso es uno de los más llamativos del Efecto Flick, porque el central ha pasado de ser una pieza de rotación a un fijo en el once. El ex del Athletic se ha afianzado como pareja de Pau Cubarsí (17 años). Las ausencias de Araujo y Christensen por lesiones de larga duración han facilitado que Cubarsí e Iñigo Martínez se estén consolidando en defensa.

Los dos están siendo un valor seguro para aplicar el fuera de juego. También Koundé y Balde, los laterales titulares que también lo fueron en el Barça de Xavi que logró LaLiga. A la pregunta de, a quién le toca echar más broncas para que mantenga la línea, Iñigo respondió entre risas a SPORT.

"Realmente a Balde. Balde es el más despistado de todos de la línea de atrás, aunque Jules también lo es de vez en cuando. Pero bueno, lo tengo bastante más lejos que a Balde y él sí que es verdad que suele tener que aguantarme bastante durante el partido".

La complicidad con Pau Cubarsí

Iñigo también se ha referido a la complicidad que ha surgido con Cubarsí. Los dos están logrando sobrevivir a una apuesta defensiva de alto riesgo, donde existe una distancia considerable entre los centrales y el portero.

"Tenemos una compenetración muy buena. Se veía desde el primer partido, a pesar de que él no pudo estar en la pretemporada. Es un jugador al que le gusta aprender, atiende y le quedan muchos años por delante, muchas vivencias bonitas y espero que sigamos disfrutando los dos".

El ex del Athletic se ha convertido en todo un veterano con 33 años en un equipo donde abundan los jugadores jóvenes surgidos de La Masia. El central reconoce que es una situación que en ocasiones le ha sorprendido pero que trata de adaptarse con naturalidad.

"Es un poco extraño, ya que desde el año pasado se me fueron unos cuantos compañeros de mi quinta, pero uno se adapta muy fácilmente, empezó diciendo.

"De hecho, ellos también te lo ponen bastante fácil y la verdad es que intento ayudar en todo lo que pueda, porque hay jugadores que acaban de llegar, que son muy jóvenes, pero básicamente seguir en la misma línea, arroparles en cualquier momento. Creo que eso es lo que debe hacer cualquier jugador veterano".