El joven Samir Qutaini sueña con ser futbolista, pero ahora mismo empuña un fusil AK-47 para luchar junto a los rebeldes de Alepo, en el norte de Siria, contra el régimen del dictador Bashar Al Asad.
El joven soldado reconoce que echa de menos ir al colegio para poder jugar al fútbol con sus amigos. Qutaini reconoce que "jugaba de delantero centro y la verdad es que era bastante bueno metiendo goles".
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Su ilusión era de color blaugrana ya que soñaba tener la oportunidad de "jugar junto a Messi e Iniesta". Sin embargo, ahora debe luchar por su pueblo y conseguir expulsar a Al Asad, según informa AFP.