Iñaki Peña paga los platos rotos ante Osasuna

El meta fue la víctima propiciatoria perfecta por culpa de la fragilidad defensiva del Barça

Osasuna - FC Barcelona | El gol de Budimir

Tomàs Andreu

Vuelta a las andadas con Iñaki Peña. Como era más que previsible, el habitual portero suplente del Barça estaba bajo los focos en una salida complicada como El Sadar. En su segundo reto tras la lesión de Ter Stegen, el meta azulgrana se contagió de lleno de la mediocridad de un equipo completamente irreconocible tras el revolcón de Hansi Flick en el once inicial. Descontrol desde el minuto 1, lagunas en todas las facetas del juego y un Iñaki Peña que acabó recogiendo el balón del fondo de las mallas en dos ocasiones.

Iñaki fue víctima en todas las facetas posibles. Y es que Osasuna dejó constancia de su superioridad desde que Cuadra Fernández dio inicio al encuentro. Vicente Moreno, técnico del cuadro navarro, arriesgó con un once sin complejos y muy pronto se vio que todo le iba de cara.

Inferioridad manifiesta

A las primeras de cambio, Eric y Pau Víctor se iban al suelo para bloquear sendos remates sobre Iñaki Peña. Avisos y más avisos para el meta culé. Incluso el lateral Areso se atrevía con un disparo cruzado que salía rozando el poste. Dicho sea de paso, Iñaki tenía bien cubierto poste en su estirada.

Pero la tortura del meta tenía nombre y apellido: Bryan Zaragoza. En primera instancia, el habilidoso extremo de Osasuna logró hacerse con el espacio necesario para ejecutar un centro preciso hacia un rematador nato como Budimir. El ariete le ganó la partida a Cubarsí, picó el balón hacia abajo y el portero se vio desbordado. Ni un solo reproche.

El sello goleador del propio Bryan fue producto de los riesgos colectivos de una defensa tremendamente adelantada. Pase en largo, velocidad exprimida y un quiebro de cintura precioso para dejar a Iñaki Peña sentado en una salida infructuosa. El resultado final: 2-0 al descanso productor de un pésimo partido colectivo.

Sentencia final

El atisbo de remontada también se vio abortado por una tercera diana en la que no le puede imputar nada a Iñaki Peña. Otra contra de Osasuna, balón al punto de penalti y Sergi Domínguez comete penalti cuando Budimir iba a rematar a placer. El propio goleador lanzó la pena máxima y, pese a que Iñaki pudo intuir el lado del remate, lo cierto es que tampoco obró el milagro.

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El cuarto de Osasuna fue otra historia. Error de Lamine, balón a pies de Abel Bretones y disparo potente lejano. Iñaki no reaccionó a tiempo y encajó su particular goleada en el primer examen de nivel lejos del Estadi Olímpic. Cuatro dianas en El Sadar después de haber recibido 5 en las siete primeras jornadas. Noche negra para todos, desde Hansi Flick hasta Iñaki Peña.

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