El primer jugador en presentarse, poco antes de las nueve de la mañana, en la Ciudad Deportiva, fue Clément Lenglet, encargado de abrir la primera tanda de jugadores del Barça en un entrenamiento que pasará a la historia del club, probablemente el más atípico en los casi 121 años de historia del club.
Además de Lenglet, los jugadores que integraron la primera tanda fueron Messi, Luis Suárez, Ter Stegen, Sergi Roberto, Griezmann, Umtiti, Arturo Vidal, Alba, Junior Firpo y Piqué.
Los jugadores trabajaron de forma estrictamente individual, separados siempre por una distancia de cuatro metros y repartidos en tres campos: el Tito Vilanova, el campo 2 y el campo 3.
La siguiente tanda, que se incorporó a la Ciudad Deportiva alrededor de las 11.30 horas, la formaron los restantes de la primera plantilla salvo Dembélé (Neto, Semedo, Busquets, De Jong, Braithwaite, Arthur y Rakitic), además de seis futbolistas del filial: Collado, Ansu, Riqui Puig, Araújo, Iñaki Peña y Monchu.
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Los únicos miembros del cuerpo técnico que acudieron a la Ciudad Deportiva fueron Quique Setién y Eder Sarabia.