Corría el minuto 68 de partido cuando con empate a dos en el marcador Iniesta se marcó una jugada de auténtico crack. El de Fuentealbilla se internó en el área y por la línea de fondo se sacó de la chistera un mágico regate con el que superó a su Jefferson Montero para poner la directa hacia la portería de Casto.
En el intento del jugador bético por arrebatarle el balón a Iniesta, el jugador del Barça fue claramente derribado sin que el bético pudiera hacer nada para frenarle. El contacto con la pierna de Iniesta fue evidente y cayó derribado.
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Sin embargo, el colegiado Iglesias Villanueva decidió pitar pero no para señalar un claro penalti sino para amonestar al jugador azulgrana. El árbitro del partido reflejó en el acta que la tarjeta amarilla fue por las protestas tras el posible penalti y no por, supuestamente, haberse dejado caer.