Los hermanos Fekir 'amenazan' al Barça

Nabil Fekir es uno de los jugadores más destacados de este Betis. El ex del Lyon aterrizó en el Villamarín el verano de 2019. Fue uno de los fichajes más exóticos de aquella ventana del mercado de fichajes. Venía de ser el líder con el Olympique de Lyon, capitán y un asiduo de la selección francesa. Sorprendió a propios y extraños que el Betis consiguiera llevarse el gato al agua. Fueron 20 millones de euros. Un futbolista diferente, de aquellos que va con el cuero pegado a la bota, brillante, capaz de lo mejor, pero con un temperamento peligroso. Un carácter que le ha costado más de un disgusto desde que aterrizó en España. Un perfil algo frío sobre el terreno de juego, pero genial.

EL QUE MÁS RECIBE DE LA LIGA

Es el jugador que más faltas recibe de todo el campeonato liguero (60) por delante de Lucas Ocampos (56) o Kike García (51). Le hacen más de tres faltas por partido y en algunos choques es flagrante el acoso y derribo que recibe. De hecho, en la rueda de prensa previa al Betis-Barça Pellegrini se quejó amargamente de esa situación: "Le cuesta marcar más goles en jugada porque es el futbolista que recibe más faltas en toda LaLiga". Además, resaltó que "lo del Athletic -el pasado jueves- fue una vergüenza, puesto que recibió diez o doce patadas sin recibir el resguardo de los árbitros".

El caso es que Nabil es uno de los grandes peligros de este Betis de cara al duelo de esta noche en el Villamarín. Su asociación con Canales y con un Borja Iglesias resucitado amenazan a una defensa azulgrana que no está precisamente en su mejor momento tal y como demostró en Los Cármenes en Copa (sobre todo esa posición de central zurdo). Junto a Nabil, en la lista verdiblanca figura su hermano menor Yassin. Es la primera vez que Pellegrini lo incluye en la convocatoria.

Tiene 23 años, llegó de la mano con Nabil el verano de 2019 y la pasada campaña estuvo cedido en el Guijuelo. Este curso ha disputado 12 partidos oficiales con el filial del Betis en los que ha anotado dos goles. Se trata de un jugador versátil que suele jugar por la izquierda (ya sea como interior o extremo y a pesar de que es diestro, al contrario que su hermano) y con una constitución casi calcada a la de Nabil.

Llegó al Olympique de Lyon en 2015. Con una edad ya a tener en cuenta, parece complicado que pueda triunfar en la élite, pero sin duda algo estará haciendo bien para que el técnico chileno se haya fijado en él. Además, ha entrenado ya con la primera plantilla. Es casi imposible que realice su debut ante el Barça, pero ahí estará sentado. Vigilando de cerca lo que hace su hermano y referente. Por cierto, llegó a debutar con el primer equipo del Olympique de Lyon en Ligue 1 ante el Toulouse hace casi dos años.