Las sensaciones de Gustavo Maia, cuando se viste de verdeamarelo, son otras. El extremo del Barcelona B ha cuajado dos actuaciones de mérito con la Seleçao Sub-20: marcó un gol y fue el futbolista destacado de la Baby Canarinha en la victoria contra Bolivia (2-0) y, ahora, dio dos asistencias en los dos primeros tantos brasileños de la goleada (6-0) contra Perú.
Maia está, durante esta semana, concentrado en la Granja Comary (el centro de entrenamiento de la CBF en Teresópolis) donde participa en un cuadrangular internacional organizado por la Confederaçao. El evento sirve como preparación del Sudamericano Sub-20, que se disputará entre febrero y marzo en Colombia.
En sus primeros meses en el filial blaugrana, el ex del Sao Paulo sufre en el proceso de adaptación para interiorizar los conceptos tácticos de García Pimienta.
De momento, no ha demostrado los motivos por los que el club decidió ficharlo en medio de la pandemia. Se pagaron 4,5 millones de euros, solo por el 70% de sus derechos económicos. Esta fue una operación gestada al 100% desde la Ciutat Esportiva, con los scoutings que viajan a Sudamérica entestados en su incorporación.
El extremo blaugrana se siente protagonista con su selección y se ha propuesto estar en el Sudaméricano Sub-20, donde su seleccionador, André Jardine, ya ha anunciado que, como máximo, convocará dos futbolistas por club brasileño, ya que la gran mayoría ya están en el primer equipo.
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De momento, la imagen dejada por Maia en la Selaçao Sub-20 ha sido más que positivas, lo que contrasta con su languidez en el Barça B. El viernes cerrará su participación en este cuadrangular internacional ante Chile y volverá a Barcelona. Llegará el momento de demostrar que también puede ser protagonista, esta vez con la camiseta blaugrana.