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Este fin de semana corrió como la pólvora el golazo que marcó el jovencísimo delantero Iker Bravo en el equipo sub’19 del Bayer Leverkusen. Una chilena espectacular que le confirma como el gran valor de la cantera alemana tras un inicio de temporada espectacular.
Y no es nada nuevo porque Iker ya se salía cada fin de semana en La Masia y en las inferiores de la selección española, por lo que se hace absolutamente incomprensible su salida este verano al no llegar a un acuerdo de renovación con el Barça.
Es evidente que en Alemania la ficha que percibe es mucho más alta de lo que podía pagar el Barça, pero su salida se debe más a criterios deportivos y, sobre todo, a que en Leverkusen le presentaron un proyecto deportivo de futuro acorde a su categoría.
En enero cumplirá 17 años y ya a nadie le extrañaría que pudiera debutar en el primer equipo porque tiene pinta de jugadorazo.
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El Barça acertó con Gavi, con Ilaix y con Ansu, pero en este caso se cometió un error incomprensible y esa es la sensación que se tiene en la casa con los responsables del fútbol base. Un error realmente grave para un futbolista a tener muy en cuenta.