Xavi parece haber dado con la tecla con la fórmula de los cuatro centrocampistas. Varios factores han contribuido a asentar una propuesta que empezó siendo solo un recurso. El más pragmático, el número de efectivos en ataque. Con la salida de Memphis y la lesión de Dembélé, el Barça cuenta con solo cuatro delanteros disponibles: Raphinha, Lewandowski, Ansu y Ferran. El segundo, los buenos resultados: los picos de esta temporada han llegado con la apuesta de reforzar el centro del campo. En este sentido Gavi está siendo el jugador fronterizo: parte como falso extremo pero acaba siendo un mediocampista más.
Con este planteamiento el Barça está logrando mayor sensación de control pero también más fiabilidad defensiva. Varios jugadores han crecido a partir de la fórmula de los cuatro centrocampistas. El caso más evidente es el de Frenkie de Jong, que ha pasado de transferible en verano a imprescindible desde otoño. El neerlandés se siente mucho más liberado cerca de la base de la jugada, jugando de cara, y con más libertad para romper líneas conduciendo el balón. "Hemos encontrado la posición exacta para Frenkie de Jong. Lo veo feliz, se le nota", reconoció Xavi tras el triunfo ante el Sevilla. El propio futbolista también lo reconoce: "Tenemos superioridad en el centro del campo y eso me facilita mucho las cosas. Me siento cómodo así”.
El Barça de los delanteros del principio de temporada, el de los dos extremos abiertos, ya es el de De Jong, Busquets, Gavi y Pedri. El de Los Palacios es otro de los jugadores que ha ganado trascendencia con el cambio de dibujo. Gavi está más cerca del gol. Desde que marcó en la final de la Supercopa, cada vez pisa más área y ha ganado contundencia. Con solo 18 años, sigue mostrando destellos del futbolista que puede llegara a ser.
La explosión de Balde
Balde es junto a De Jong seguramente el futbolista al que mejor le ha sentado la fórmula de los cuatro centrocampistas. Sin un extremo clásico en su banda, y protegido por los cuatro centrocampistas, tiene libertad para atacar la banda como si fuera un extremo pero con mucho campo por delante. Sin futbolistas como Dembélé o Raphinha por delante está asumiendo la función de generar desequilibrio con naturalidad. Le beneficia tener a un jugador como Gavi, que tiende a ocupar carriles interiores, jugando como falso extremo.
Balde está jugando sus mejores minutos en un Barça asimétrico en las bandas. En la derecha, Xavi junta un lateral muy defensivo (Koundé) con un extremo clásico (Raphinha). En la izquierda, un lateral muy ofensivo (Balde o Jordi Alba) con un centrocampista reconvertido (Gavi).
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En el otro lado de la historia, los grandes perjudicados han sido los delanteros. Jugadores como Ansu o Ferran Torres lo tienen más difícil. Raphinha, la apuesta de Xavi como relevo del lesionado Dembélé, en cambio está aprovechando los minutos y todo apunta a que tendrá continuidad en el once.