La periodista Núria Cunillera celebró su cuarenta cumpleaños pisando el cesped del Camp Nou. Junto a su marido, padres, hermana, suegros y cuñados, sopló unas velas imaginarias ayudada por el aliento de los miles de personas que ocuparon la tribuna del Camp Nou. Las horas previas fueron un complejo viaje físico y emocional de retorno a la que es su casa. En Qatar había formado un hogar y tenía una vida que la hacía especialmente feliz.
Si hace un tiempo ella fue la primera en pensar que los caminos de Xavi y el Barça aún no debían cruzarse, hoy es la primera en apoyar su decisión. Fueron semanas de locura que ella llevó con bastante tranquilidad y cuando se vio en el Camp Nou, celebró una decisión de la que es arte y parte. Esos cuarenta años fueron convenientemente celebrados en Iluzione, un restaurante italiano que convive con una de las mejores tiendas de decoración de la ciudad condal, Luzio.
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En el establecimiento se dieron cita familiares y amigos y allí fue cuando ella se relajó, celebró y bailó. El tándem Núria-Xavi funciona a la perfección y destroza el “detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer”. Cunillera está al lado. Y suma muchos puntos.