Aseguran quienes conocen bien cómo transcurrieron las horas en las que se pasó de tener cerrada la renovación de Leo Messi y el posterior bloqueo de la operación que fue una llamada desde Madrid la que provocó el cambio de planes del Barça. Al parecer, Joan Laporta tenía decidido aceptar el acuerdo con CVC y LaLiga, condición que Javier Tebas había puesto para poder inscribir al argentino en la plantilla.
Antes de que eso ocurriera, las intenciones del presidente blaugrana llegaron a los despachos nobles del Real Madrid, que actuó rápido para evitar un movimiento que podía comprometer el futuro de la Superliga. Fue entonces cuando José Ángel Sánchez, director general del club blanco, de forma ágil, se puso en contacto con, aseguran desde el entorno madridista, Ferran Reverter, su homónimo en el Barça. El CEO blaugrana, a su vez, compartió el contenido de la conversación con el vicepresidente económico, Eduard Romeu, que convenció a Joan Laporta para que no firmase el acuerdo argumentando que el club se vería hipotecado durante muchos años, como así se ha explicado de públicamente. El presidente entendió la situación y dio marcha atrás. Florentino Pérez estuvo informado en todo momento de los movimientos. Quienes le conocen aseguran que es un gran admirador del trabajo de Ferran Reverter.