El Liverpool se puso por delante en el marcador nada más arrancar el partido de vuelta de las semifinales de la Champions League aprovechando un grave error del lateral blaugrana Jordi Alba. El belga Origi marcó en el minuto 7 y provocó una ola de entusiasmo en Anfield, que veía como su equipo daba el primer paso que necesitaba en busca de la remontada.
El gol fue consecuencia de una mala entrega de Jordi Alba. Mané se encontró el balón con todo el Barcelona descolocado y cedió el balón a Henderson, que se internó en el área. Su disparo fue rechazado por Ter Stegen y Origi pudo rematar sin ninguna oposición.
El gol fue recibido con un estallido de euforia en las gradas de Anfield, que necesitaba un gol para creer en el milagro.
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Era la primera vez que el Barcelona iba por detrás en el marcador desde que arrancó la presente edición de la máxima competición continental. Hasta ahora el equipo de Ernesto Valverde siempre había marcado primero.