El sarcasmo gira en torno a Alexis Sánchez. A un niño le dijeron: "¿Estuviste en el partido del sábado? Pues qué suerte: Viste un gol de Alexis". Un adulto con gorra sentado en la segunda gradería gritó "¡ahora ya lo pueden vender!" después del primer gol del chileno. La dificultad de Alexis ante la portería rival contrasta con la facilidad de sus compañeros: Messi va camino de ser el mejor goleador de la historia del fútbol y Villa ya lo es de la selección española.
La presión externa contra Alexis, sin embargo, no traspasa los límites del vestuario que ha adoptado a este jugador como uno de los suyos y la defensa a la que le someten no tiene parangón, desde la secretaría técnica ("En el Barça, en un delantero, se valora algo más que el gol" dijo Zubi), pasando por el entrenador ("Alexis nos da mucho", añadió Tito) a sus compañeros ("Dentro del vestuario sabemos el jugador que es, lo mucho que trabaja en los partidos y entrenamientos", dijo Iniesta).