Así gestionó Xavi la reacción del Barça

El entrenador se centró en el trabajo táctico, como recuperar la presión, ya que sentía la total confianza de Laporta y Deco

La única charla especial en el vestuario llegó después de la derrota frente al Shakhtar Donetsk en Hamburgo

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Jordi Gil

A finales de los 90 se forjó una leyenda sobre los noviembres negros del FC Barcelona. El equipo sufrió algunos varapalos en la época de Louis van Gaal y había cierta psicosis cuando llegaba este mes. Xavi Hernández lo vivió como jugador, pero como entrenador no ha sentido ni mucho menos la misma sensación.

El equipo ha tenido un bajón de juego. Algo reconocido por el propio entrenador, pero los resultados no han decaído. El Barça perdió en Hamburgo ante el Shakhtar, la segunda derrota de la temporada después de la del clásico, y empató en Vallecas. De todos modos, las victorias frente a la Real Sociedad y el Alavés fueron con un nivel de juego que debía subirse.

Xavi gestionó las críticas que llegaban desde el entorno con la tranquilidad que le transmitían el presidente, Joan Laporta, y el director deportivo, Deco. Las visitas del máximo dirigente blaugrana a los entrenamientos son asiduas y coincide a menudo con técnicos y jugadores en el comedor. Su cercanía con el equipo ha ayudado mucho para evitar que pudiera subir la tensión.

Laporta, en el vestuario con Xavi en una imagen de archivo / FCB

El míster nunca pensó que su cargo estuviera en la cuerda floja. Ni la famosa fotografía de Joan Laporta con Rafa Márquez en el Cornellà-Barça Atlètic le inquietó. Sabe que el presidente está a su lado y también respalda a Márquez en el filial. No vio fantasmas por ningún lado.

Eso sí, Xavi era consciente de que el fútbol debía ser mejor o los resultados acabarían por ser negativos. Su filosofía es muy clara. Sin jugar bien es mucho más difícil ganar. Por tanto, se centró en potenciar los aspectos tácticos.

Tener otra vez hambre

Un elemento fundamental era recuperar la presión en campo contrario. El equipo había perdido el nivel de intensidad de la temporada pasada y recalcó mucho a sus jugadores que debían subir el pistón para robar pronto la pelota. Frente al Atlético de Madrid fue cuando se vio más clara esa mejoría.

También quería que el centro del campo fluyera más. Que el balón rodara más rápido y que se engrasara el triángulo formado por Frenkie de Jong, Gündogan y Pedri, una vez que había perdido a Gavi para toda la temporada.

Pedri necesitaba rodaje tras dos meses de lesión y ya se vio que había recuperado el ritmo frente al Oporto y, sobre todo, ante el Altético de Madrid. Frenkie de Jong apuró su recuperación hasta encontrarse al cien por cien. Una decisión acertada porque regresó con mucho fuelle y Gündogan ha captado pronto cómo debe ejecutar su juego junto a sus nuevos compañeros de viaje.

Xavi le ganó la batalla táctica a Simeone en el FC Barcelona - Atlético de Madrid / Javi Ferrándiz

La enfermería se está vaciando, dejando de lado el caso de Gavi, y la incómoda situación de Ter Stegen por sus molestias en la espalda, si bien Iñaki Peña ha respondido a las mil maravillas. Las bajas no han sido utilizadas como excusa, pero evidentemente han pesado.

El único momento en que Xavi Hernández tuvo que incidir en el aspecto emocional fue como consecuencia de la derrota ante el Shakhtar en Hamburgo. Después de ese partido tuvo una charla con el vestuario para activar a sus jugadores ya que se venía de otro mal partido en Anoeta, pese a la victoria, y los futbolistas debían mentalizarse.

Marcharse al parón con la victoria ante el Alavés, remontando un tempranero gol en pronto, dio cierta estabilidad. En Vallecas aún no se vio la reacción, pero ya se notó en el trascendental encuentro frente al Oporto.

La victoria del Barça ante el Alavés fue fundamental / Javi Ferrándiz

El Barça ganó y convenció frente a los portugueses. Se aseguró su pase a los octavos de final de la Champions League después de dos años de decepciones y la confirmación se produjo con el partido tan completo ante un Atlético de Madrid que llegaba al alza al Lluís Companys.

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Xavi había conseguido el objetivo primordial de seguir vivo en la Champions, y virtualmente como primero de grupo, y en la Liga, aunque la distancia con los líderes (Madrid y Girona) es de cuatro puntos, se considera una diferencia salvable con más de medio campeonato aún por disputarse.

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