García Pimienta es un hombre de club, pero como todo entrenador, tiene sus ambiciones y sueños por cumplir. Acepta los designios de la entidad en la que lleva años y años trabajando y tiene un gran respeto por Ernesto Valverde, por lo que no se posicionará ni se entrometerá en la decisión que debe adoptar el club. Eso no significa que no confíe plenamente en sus conocimientos y preparación para tomar las riendas del Barça si es el elegido. Se siente fuerte y si la entidad se lo propone, la respuesta será un 'sí'.
Ya lo dijo Pimi en una entrevista navideña a SPORT: "Me ha costado mucho llegar hasta aquí, creo que de forma merecida por todas las temporadas que llevo en el club, nadie me ha regalado nada y no me cierro las puertas a nada. Me veo capacitado para alcanzar el reto que sea", fue su respuesta sobre el primer equipo, en un momento donde todavía no se había desencadenado la situación actual. Para añadir: "Yo ya no engaño a nadie, todo el mundo sabe cómo trabajo, y que mi idea claramente es el perfil Barça. Yo no sé qué pasará, hablar de entrenador del primer equipo del Barça son palabras mayores, pero sí tengo claro que me veo preparado y por la manera de jugar, el perfil de los futbolistas, me veo con fuerzas de aportar mi granito de arena. Creo en esta filosofía y en los jugadores de cantera".
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Han pasado los días, pero no ha cambiado la forma de pensar de García Pimienta. Le dolerá si no sigue Valverde, con el que mantiene una buena relación, pero si se ha de dar el cambio, ahí estará preparado este hombre de la casa, con ADN Barça cien por cien, para lo que sea necesario. Y que nadie piense que será un 'marrón' para Pimi, todo lo contario, completaría su sueño. Ya logró debutar con el primer equipo del Barça como jugador, ni que solo fuera un partido oficial, en Riazor, y quién sabe si tiene más cerca que nunca el banquillo del Camp Nou después de pasar por todas las categorías del fútbol base azulgrana.