Flick y los caramelos, el gesto que le define

Fue la anécdota de una rueda de prensa de las que habitualmente protagoniza Hansi Flick: educada, correcta, con traducción simultánea y sin salidas de tono. Eso sí, con una anécdota que lo humaniza un poco más, si cabe. El entrenador del Barça huyó del triunfalismo cuando le preguntaron por la racha de victorias; se alineó con el club cuando le preguntaron por la sanción que ha impuesto la UEFA por culpa de la pancarta de un puñado de ultras que para rendirle tributo cometieron el error (la barbaridad) de replicar la tipología nazi; no dio pistas sobre los lesionados, los posibles titulares o el fichaje de un portero...

Sin embargo, Hansi Flick sigue ganándose al vestuario y la grada, incluida la zona de prensa. Evidentemente, porque por el momento su equipo lo ha ganado casi todo -esa derrota en la Champions...- pero, también porque día tras día el técnico blaugrana trasciende los tópicos sobre la forma de ser de los alemanes y demuestra que, más allá de su profesionalidad y su discreción, es una persona próxima y atenta a los detalles.

El último en comprobarlo fue el periodista de TV3 Xavi Lemus. En la rueda de prensa previa al Barça-Getafe, Hansi Flick tuvo un acceso de tos, hasta el punto que tuvo que detener el acto en un par de ocasiones. Lemus, que era uno de los informadores presentes, le ofreció un caramelo para que el técnico aliviara su castigada faringe y pudiera seguir. Tres días después, coincidiendo con la comparecencia previa al Osasuna-Barça, el técnico germano se acercó al informador catalán y le devolvió el gesto obsequiándole con un caramelo.

Un gesto de complicidad que es similar a tantos otros que tiene Hansi Flick con los jugadores de la plantilla, como Marc Bernal; o con su staff técnico, al que se llevó a almorzar hace unas semanas antes del derbi conytra el Girona; o con los aficionados, a los que siempre atiende con amabilidad cuando le piden un autógrafo o una foto... Son pequeños detalles con los que consigue combatir la barrera que es por el momento el idioma, y que se unen a su fama de trabajador incansable y profesional serio y discreto. Son virtudes que valora el complicado entorno blaugrana, al menos mientras su Barça circula a ritmo de récord.