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Fue una sorpresa verlo al lado de Sergio Busquets en la medular titular de Salzburgo. No tanto su presencia en el once, puesto que ha quedado claro en esta pretemporada que Ronald Koeman confía plenamente en él, sino por tratarse de dos perfiles tan parecidos. De un tiempo a esta parte se viene 'vendiendo' a Nico González como el sucesor del de Badia. Eso son palabras mayores y, probablemente, una presión innecesaria para el chico. Pero lo cierto es que nos está encandilando.
En tres de los cuatro partidos de preparación jugados hasta ahora ha sido titular el gallego. Ya sea como pivote único (ante Girona y Stuttgart) o acompañando a Busquets, Nico nos ha deleitado con su fútbol fácil, efectivo y elegante. Jugando de primeras, protegiendo con el cuerpo, cometiendo pocos errores. Quizás ante el Salzburgo, fruto del cansancio y de la presión alta del rival, le vimos algo más fallón, pero aún así fue otro recital de pragmatismo y de casi flotar sobre el césped.
LA PRIMERA DE LAPORTA
La del coruñés fue la primera renovación que selló Laporta después de tomar el cargo en un alarde de dejar clara la apuesta por la cantera. Contrato hasta 2024, cláusula de 500 millones, ficha del filial pero dinámica con el primer equipo. Eso es lo que firmó y pactó Nico González. Detrás estaba también la supervisión y el asentimiento total de un Koeman que, como hemos comentado, le echó el lazo el curso pasado.
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Pocos dudan que este año veremos debutar oficialmente al pivote con el primer equipo. Su rol deberá ganárselo, pero tiene una parte del camino hecha.