El dinero no asegura títulos y el mejor ejemplo es el Anzhi, que tras su nueva derrota, en esta ocasión ante el Rubin Kazán, prácticamente ha dicho adiós a sus opciones de jugar la próxima edición de la Champions League y se complica su presencia en la Europa League.
La apuesta multimillonaria, con los fichajes de Eto'o, Roberto Carlos y la llegada de Guus Hiddink en febrero, no ha surgido efecto.
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Por su parte, el Zenit, que se reforzó en invierno con el regreso de Arshavin, se impuso al Spartak, con goles de Semak y Kerzhakov de penalti, y casi sentenció el campeonato.