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Las extravagantes demandas de Ronaldinho para un evento en Chile

El exjugador azulgrana ha pedido una serie de exigencias que deben cumplirse

Desde la organización ven al brasileño "muy alegre y comprometido"

 El brasileño se inventó un gran pase entre líneas en el encuentro amistoso entre Santa Fe y Nacional / | YouTuBe
SPORT.es

El exjugador brasileño, Ronaldinho, sigue manteniendo dos de sus elementos más característicos: su capacidad de atracción y su excentricidad. El carioca participará en un evento en Chile este viernes hasta el domingo, algo a lo que acudirá encantado si se cumplen ciertas condiciones que él mismo se ha encargado de solicitar. 

El acto como tal consiste en un torneo de fútbol tenis donde la imagen del que fuera futbolista del Barça será una de las atracciones principales. Desde la organización, como declara el alcalde de Estación Central, Rodrigo Delgado, ven al crack muy "motivado y comprometido", dispuesto a participar con una gran sonrisa siempre que se le concedan algunas demandas que ha realizado. 

Para empezar, el brasileño quiere que en todo momento le acompañen dos guardaespaldas, ya que no desea que nadie interfiera en su estancia en Santiago. Además, ha reclamado que al acto acuda también un antiguo compañero suyo en Querétaro, Patricio "Pato" Rubio, actual jugador de Universidad de Concepción. El propio Rubio ha declarado que, en esa etapa en Méjico, "Dinho" le decía cosas tales como "disfruta, vive la vida, disfruta el fútbol, ríete". 

Además de este acto, el carioca participará en otros eventos, como por ejemplo una fiesta de Budweiser llamada "BudxRonaldinho", donde, por contrato, la presencia del ex futbolista debe ser de, al menos, 60 minutos, o un partido contra un combinado formado por los amigos de Humberto "Chupete" Suazo. El equipo de Ronaldinho tendrá entre sus filas, como miembro más destacado, a David Trezeguet. 

 

Pese a que ya está retirado, el mítico jugador del Barça o de la selección brasileña sigue teniendo un tirón publicitario al alcance de muy pocos, aunque, y no es novedad, sus exigencias a las marcas no dejan de sorprender por su excentricidad.