Carles Aleñá está viviendo una situación inesperada. Esta temporada tenía que ser, a todos los efectos, futbolista del primer equipo, pero no solo no ha debutado, sino que continúa evolucionado, en competición, con el Barça B.
El canterano pasó por el quirófano para ser intervenido de la rotura en el tendón del bíceps femoral del muso derecho que se lastimó en la última jornada de Segunda División, contra el Zaragoza.
El centrocampista ha estado tres meses en el dique seco y se perdió la pretemporada. Cuando recibió el alta médica, Ernesto Valverde le recomendó volver de manera circunstancial al filial para acelerar su puesta a punto.
Pasados dos partidos, contra el Sabadell y el Peralada, el técnico del Barça aseguró que ya no volvería al filial. Aquella semana vivió su única convocatoria, en el derbi contra el Girona, aunque no llegó a jugar.
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Desde entonces ha participado en otros dos partidos del Grupo III de Segunda División B, contra el Olot y el Atlétic Balears y todo apunta a que también viajara a Ontinyent. Esto, al menos, se desprende de la decisión de Valverde de enviarle a entrenar con el filial.