A finales del año 2000, las lesiones de Richard Dutruel y Francesc Arnau abrieron las puertas de la portería del primer equipo azulgrana a un joven arquero de 18 años hijo de un gran portero de la década de los 60 y 70. Pepe Reina, vástago de Miguel (seis temporadas en el Barça), debutaba con el primer equipo azulgrana un 3 de diciembre del año 2000. Esa temporada acabaría jugando 19 partidos en la portería azulgrana, mientras que la siguiente serían 11. No habría más, puesto que la 2002/03 puso rumbo al Villarreal.
El Barça siempre estará en el corazón del portero nacido en Madrid. Por haberse criado allí y por la historia de su padre con el club azulgrana. Reina ha sido un profesional intachable allá donde ha estado. De Villarreal pasó al Liverpool, donde fue campeón de Europa, de allí al Bayern, Nápoles, Milan, Aston Villa y Lazio. Hasta regresar de nuevo a La Plana, a tierras castellonenses. Para realizar un último servicio a sus 40 'tacos'.
DE ACTOR SECUNDARIO A PROTAGONISTA
A priori, Pepe llegaba a la 'Terreta' con un rol totalmente secundario por detrás de Gerónimo Rulli, teórico e indiscutible titular. Así fue (no jugó ni un minuto en Liga hasta el 31/12) hasta que el club decidió vender al guardameta argentino al Ajax en el pasado mercado invernal por ocho millones de euros. Se necesitaba una venta y se apostó por el portero. Sinónimo de que la confianza en Reina, a pesar de sus 40 'tacos', era total.
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Pepe ha disputado este curso 13 partidos oficiales en los que ha encajado 15 tantos. Cuatro porterías a cero. Y, sobre todo, con esa dosis de competitividad que le caracteriza y que impregna al resto del equipo. Sin ir más lejos, a Yéremy Pino le dobla la edad. Este domingo, en La Cerámica, se verá las caras con el Barça. 'Su' Barça.