El Athletic no quiere perder su esencia. Ya no solo se trata de tener solo a jugadores de la tierra, sin duda el aspecto más llamativo de la filosofía de la entidad de Ibaigane, es también la manera de ver el fútbol y todo lo que conlleva, como el tratamiento a sus seguidores o la prensa que sigue el día a día del equipo rojiblanco.
Una buena muestra de ello fue la Supercopa de España disputada recientemente en Arabia Saudí. El club se instaló en el hotel Movenpick y a escasos 150 metros, buscó un acomodo para los familiares de los jugadores, los escasos aficionados que hicieron el largo viaje y los periodistas que cubren la información del equipo, mientras que, por ejemplo, la mayoría de los medios de comunicación fueron agrupados por la RFEF en un mismo hotel, a bastante distancia de donde se alojó el Barça o el Real Madrid.
Normalidad y escenas cotidianas
Así como en otros equipos es casi imposible, los jugadores del Athletic sí se dejaron ver por las instalaciones. Y su presidente, Aitor Elizegi, que se fue tranquilamente de compras a un centro comercial cercano al hotel enfundado en el chándal del Athletic y cuando apareció por el hall y una televisión pidió grabar imágenes, no puso ningún tipo de problema. El mismo dirigente que juega a cartas con los más jóvenes de la plantilla y que desayuna, también en chándal, con todo el equipo.
También Marcelino García Toral es plenamente consciente de que entrena a un club 'distinto' que no quiere alejarse de los suyos. En la rueda de prensa previa a la final, todo periodista que quiso preguntar pudo hacerlo sin ninguna limitación en los turnos. Se alargó durante muchos minutos y no pasó nada.
NOTICIAS RELACIONADAS
Riad, más blanca que la nieve, hizo poco caso al Athletic. También le dio 'bola' Barça o al Atlético, pero la Supercopa dejó imágenes como la protagonizada por la madre de los hermanos Williams abrazada a Iñaki y NIco o el habitual recital de trompeta de Asier Villalibre en el vestuario, ambas tras el pase a la final. No hubo alegría completa, porque el Real Madrid fue superior en el King Fahd Stadium, pero el próximo rival del Barça demostró que si se quiere y se busca, se puede encontrar agua en el desierto.