El pasado lunes el presidente del FC Barcelona acudió a Madrid para asistir a la Asamblea General de la Real Federación Española de Fútbol acompañado, como siempre, de su responsable de seguridad. La mala noticia fue que cuando llegaron a Madrid, a Eduard Casanovas se le diagnosticó positivo en COVID y no tuvo más remedio que regresar a Barcelona para guardar la cuarentena, sin poder acompañar a Laporta a Sevilla donde el Barça jugaba el martes por la noche el partido de Liga. Un contratiempo que ha obligado al presidente azulgrana a cambiar de chófer y persona de seguridad durante todas estas fiestas navideñas.
Otro miembro de confianza de Laporta, que forma parte de su gabinete de presidencia, el asesor Enric Masip, está de enhorabuena porque está a punto de ver la luz un proyecto en el que el exjugador de balonmano lleva tiempo trabajando: su propia fundación. Bajo el lema ‘Units fem força’, se presenta con “la misión de dar oportunidades a todos los niños de disfrutar del deporte en diferentes formatos”. Iniciativas como estas siempre son bienvenidas.