Como siempre que salta al césped, el FC Barcelona buscará la victoria. Ya lo hizo con un planteamiento muy atrevido y que puso sobre las cuerdas al Bayern en el Allianz Arena. Y no será menos esta noche en el Giuseppe Meazza de Milán. Se especula incluso con que Xavi podría armar un 3-4-3 para explotar al máximo las bandas y dejando como defensas puros tan solo a tres centrales (Eric, Christensen y Marcos Alonso).
En cualquier caso, tanto el técnico egarense como el vestuarios son plenamente conscientes de que esto es una especie de 'eliminatoria' a ida y vuelta. "Es un partido muy importante, pero no crucial", aclaró el extécnico del Al-Sadd en la rueda de prensa previa. Y es que en caso de caer en San Siro no sería una debacle ni un cataclismo. O empatar, claro. En apenas siete días se verán de nuevo las caras ambos conjuntos en un escenario más favorable, el Camp Nou.
UN EMPATE COMPROMETERÍA LAS OPCIONES DE LIDERATO
El triunfo en tierras lombardas, eso sí, dejaría un escenario mucho más favorable. Bayern e Inter en casa y visita a Plzen. Un calendario que hace más bajada que el de la primera vuelta. Y todo con tres puntos más que el cuadro de un discutido Simone Inzaghi (veríamos si el italiano se sentaría o no en el banquillo visitantes del coliseo azulgrana en caso de caer) y a tres de un Bayern que ya demostró ser 'humano' en su estadio (que se lo digan a Kimmich o a Sané, que aseguraron haber contado con el factor "suerte").
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Un empate no sería malo de cara a las aspiraciones de pasar de ronda (con ese duelo del miércoles 12 en el horizonte en el calor del hogar), pero sí complicado pensando en la primera posición. Ya no te valdría que el cuadro de Nagelsmann cayera en tu feudo, sino que necesitarías que Viktoria o Inter arañaran algún punto también.