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La polémica del partido llegó bien entrado el minuto 80 de partido, en una jugada embarullada en el área que no parecía revestir ningún peligro para la meta de De Gea. Sin embargo, Fred le puso todo el picante del mundo a la acción poniendo el brazo en un lugar que no tocaba. La acción levantó a todo el Camp Nou, que pidió manos de forma insistente. También los jugadores del Barça, que se fueron a por el colegiado Maurizio Mariani.
El jugador brasileño cortó un balón en el área con el brazo después de que tocara primero en su pecho y rápidamente se pidió la pena máxima. Nada dijo ni el árbitro ni el videoarbitraje, que dejó seguir el partido sin penalizar la acción.
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Sin el beneficio de tener a disposición un penalti para desequilibrar el partido, el Barça se fue decididamente a por el tercer tanto que daba la victoria en la ida de esta eliminatoria. Sin embargo, ese tercer tanto jamás llegó.