Tras la debacle del miércoles los jugadores tenían entrenamiento a la mañana siguiente. El primero en llegar al vestuario fue Xavi y el delantero Ferran Torres lo hizo unos minutos más tarde.
Eso sí, paró antes en la puerta para atender a unos socios que le solicitaron fotos y autógrafos. Un ejemplo en un día complicado para todos.