La nota negativa del triunfo del Girona sobre el FC Barcelona en la final de la Supercopa de Catalunya, fue sin duda la brutal e injustificada entrada que le hizo Stuani al joven Riqui Puig a los cuarenta minutos de la segunda parte, cuando el equipo gerundense dominaba por 1-0 precisamente gracias a un gol del uruguayo desde el punto de penalty.
Por mucho que se trate de fútbol profesional, y todos los futbolistas den el máximo en el terreno de juego para ganar un partido y un título, no tiene sentido que jugadores tan experimentados actúen de este modo contra chicos que están empezando sus carreras deportivas.
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Stuani entró por detrás a Riqui sin ninguna posibilidad de jugar el esférico y poniendo en riesgo la integridad física del futbolista de La Masia. El joven centrocampista sufrió una acción impropia que el colegiado Medié Jiménez castigo con falta y la correspondiente tarjeta amarilla.