Eran otras épocas, cuando en el Real Madrid aún daban valor al juego de su equipo. Tanto que Ramon Mendoza, entonces presidente blanco, decidió cesar a su técnico, Radomir Antic, un día después de ser campeón de invierno, justo después de ganar en casa al Tenerife (2-1). Señales de la historia que se entienden con el tiempo. ¿La razón? "El equipo no da espectáculo". De aquello hace más de 30 años y en Chamartín ya nadie se cuestiona nada. La realidad es que, tras aquella destitución, el equipo llegó líder a la última jornada, que se disputó el 7 de junio de 1992, con dos puntos más que el Barça. Todo parecía encaminado a que el Madrid cantara el alirón sobre el césped del Heliodoro Rodríguez. Pero la historia fue muy distinta.
El Barça recibía en casa al Athletic y Stoichkov abrió el marcador antes del descanso, prácticamente en el mismo instante que Quique Estebaranz recortaba distancias anotando el 1-2. Antes habían marcado para los blancos Hierro (8') y Hagi (28'). Parecía que la Liga estaba sentenciada. Hristo sentenció en el Camp Nou a los 49 minutos. Ya todo estaba pendiente del transistor, aunque nadie creía en el milagro. Excepto Johan Cruyff y su optimismo patológico.
Cuando Ricardo Rocha marcó en propia puerta (77'), en Barcelona ya nadie estaba pendiente del duelo entre blaugranas y vascos. Un minuto después, Pier anotó el 3-2, un gol que, 30 años después, sigue grabado a fuego en la memoria de los culés. "Dentro de diez años se seguirá recordando este gol", dijo aquella noche a Pier el padre de Fernando Redondo. Fue un error de cálculo porque Pier ya es eterno en el imaginario blaugrana.
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En el banquillo del Tenerife, una leyenda madridista: Jorge Valdano. Protagonista también de aquella gesta (fue el primer triunfo liguero de la historia del conjunto chicharrero ante los blancos), el técnico volvió a serlo un año más tarde. Cuando se dio a conocer el calendario de la temporada 1992-93, la última jornada volvió a deparar un Tenerife-Real Madrid. Nadie imaginaba que la historia iba a repetirse, cruelmente, para los intereses del Real Madrid. Pero esa es otra historia. La contaremos en un año, cuando se cumplan, como es el caso, las tres décadas.