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Gerard Deulofeu terminó bastante desencantado con su último regreso al Barça la temporada 2014-15. Deulofeu y Rafinha regresaban tras sendas cesiones, pero apenas unas semanas después de comenzar la pretemporada con Luis Enrique, al extremo se le comunicó que se le buscaba una salida.
Deulofeu se marchó entonces cedido al Sevilla, de nuevo, con la frustración de no haber tenido una oportunidad en el primer equipo. Esta vez el escenario es distinto (se le ha prometido que tendrá un lugar en la plantilla), pero el futbolista no quiere tener un papel residual y no jugar apenas minutos. De ahí que su entorno trabaje en los últimos flecos contractuales como jugador del primer equipo. El objetivo es lograr cierta flexibilidad en una posible salida del futbolista si finalmente no tiene minutos en el Barça de Valverde. Dicho en otras palabras: que si no contara durante la temporada para el técnico, que el club no pusiera muchas trabas a una posible salida.
El extremo ha tenido ofertas este verano de equipos que le ofrecían un papel protagonista, pero ha apostado finalmente por el Barça para cumplir su sueño. El club blaugrana ejecutó la opción de recompra de 12 millones y el delantero catalán tiene contrato con la entidad hasta el 30 de
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junio de 2019.