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Una vez culé, culé para siempre. Con esta frase 'tatuada' en el corazón, Dani Alves volvió a la que ha sido su casa durante más de ocho años. Lo hizo con los Pumas en un Trofeo Joan Gamper muy especial que sirvió que el FC Barcelona y su afición despidieran al brasileño como lo que es: una leyenda.
Nada más pisar el césped antes de empezar el calentamiento, Alves recibió los aplausos del Camp Nou. Se subió a la espalda de Ter Stegen y, una vez a bajo, recorrió el césped haciendo muecas divertidas y mandando corazones dibujados al aire con gestos al público presente en el templo azulgrana.
Despedida a la altura de una leyenda
Los altavoces del estadio anunciaron que, acto seguido, el brasileño iba a recibir un homenaje. Un vídeo de sus mejores momentos en Barcelona y una voz en off que decía: "Gracias por todo lo que nos has dado durante estos años. Recibe este aplauso de la que siempre será tu afición".
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Sin poder contener unas lágrimas de emoción y alegría, Alves abrazó a cada uno de sus excompañeros, a los nuevos fichajes y a Joan Laporta. El presidente le hizo entrega de una placa con una inscripción de recuerdo i el capitán, Sergio Busquets, una camiseta con el número '431', los partidos que ha disputado con el Barça. Esta siempre será su casa.