Ver a Messi metido enfundado en un balón inflable e intentando pugnar una pelota con Luis Suárez que también tenía un balón inflable en su cuerpo fue tan espectacular como hilarante. Luis Enrique quiso desepedirse del stage en Saint George's Park a lo grande y se reservó una auténtica sorpresa para sus jugadores. Una especie de balón gigante inflable que cubría casi todo el cuerpo y solo dejaba espacio para la cabeza y las piernas fue el 'detalle' que tenía el entrenador asturiano preparado para sus pupilos.
Y lo cierto es que los jugadores aplaudieron la iniciativa de Luis Enrique. Al principio hubo un poco de timidez entre los futbolistas, pero poco a poco la cosa se fue animando y acabó siendo un auténtico jolgorio, con jugadores en el suelo que no se podían levantar, otros que no veían por donde iban y deambulaban sin ton ni son y los que más que intentaban mantenerse eln pie y hacer caer al compañero haciendo rebotar el inflable con el otro inflable.
Al final, y como no no podía ser de otra manera, el balón corrió por el terreno de juego, aunque en esos momentos el fútbol era lo de menos y lo más importante era echar unas risas y pasar un buen rato.
Hay que recordar que este tipo de detalles, como por ejemplo este juego denominado 'Extreme Soccer' son muy fomentados por el actual cuerpo técnico para compenetrar y unir aún más al grupo, como por ejemplo la escapada de Port Aventura hace unos meses, con familias incluidas.
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