Philippe Coutinho atraviesa quizá su momento más discreto desde que aterrizó en el Camp Nou, el pasado mercado de invierno.
El centrocampista brasileño ha perdido su condición de titular en beneficio de un Ousmane Dembélé al que parece motivarle estar en el ojo del huracán.
El francés ha elevado su rendimiento justo en el momento en el que se ha visto señalado por sus reiterados actos de indisciplina.
La eclosión del delantero ha coincidido con una pérdida de chispa de Coutinho, al que está costando coger el ritmo después de que una lesión truncara su progresión.
El carioca sufrió una rotura del bíceps femoral en su pierna derecha en vísperas de recibir al Betis en el Camp Nou. Coutinho se perdió aquel encuentro y la visita al Wanda Metropolitano.
Desde entonces no ha vuelto a mostrar el desequilibrio y el punch con el que marca diferencias y Dembélé le ha pasado por delante.
Podría pensarse que la suplencia no siente demasiado bien a un futbolista de su nivel, pero Coutinho está viviendo esta situación con absluta tranquilidad, centrado única y exclusivamente en recuperar su mejor versión.
Lejos de inquietarle, la buena respuesta de Dembélé le ha liberado de ansiedad. El Barça sigue ganando sin su concurso, por lo que puede afrontar su puesta a punto sin prisas, lo que aumenta las posibilidades de evitar una recaída no deseada.
Coutinho sabe que tiene la confianza de los pesos pesados del vestuario y que su versatilidad le otorga cierta ventaja de cara a los partidos importantes.
El brasileño se desenvuelve a la perfección como delantero en el 4-3-3, pero a la vez fortalece el centro del campo a la hora del repliegue y la creacción, convirtiendo el esquema en un 4-4-2 que aporta solidez al equipo.
Así, el carioca se ha marcado como objetivo llegar a tope a la Champions League, que el Barça reemprende el 19 de febrero rindiendo visita al Olympique Lyon en la ida de los octavos de final.
Coutinho tiene clavada la espina del curso pasado, cuando no pudo ayudar al equipo en el aquel aciago encuentro contra la Roma que acabó con la eliminación del Barça en cuartos de final.
El brasileño ya había jugado el torneo con el Liverpool y no pudo ser alineado, por lo que tiene la Champions League entre ceja y ceja.
El parón navideño permitirá a Coutinho consolidar su recuperación y el mes de enero, con partidos de Liga y Copa, servirá para elevar su ritmo de competición de cara al tramo decisivo de la temporada.
La Copa América, en el horizonte
Al margen de su obsesión por la Champions League, Coutinho tiene otro reto en el horizonte: la Copa América.
Brasil es siempre favorita en este torneo, pero en esta ocasión ese favoritismo se convierte casi en obligación de ganar, teniendo en cuenta que jugará como anfitrión.
La competición se disputa del 14 de junio al 7 de julio y el centrocampista del Barça confía en prolongar su mejor estado de forma para lucir con su selección.
Más teniendo en cuenta que entre la ‘torcida’ aún colea la eliminación del Mundial de Rusia en los cuartos de final, a manos de Bélgica.
NOTICIAS RELACIONADAS
En este sentido, este mes y medio que falta para reanudar la Champions League será clave para que Coutinho alcance su mejor estado físico y pueda prolongarlo hasta julio.