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Philippe Coutinho sabía que con el adiós de Ronald Koeman podrían haberse quemado sus últimas naves para poder triunfar en el Barça. La realidad es que el técnico neerlandés siempre se mostró abierto a recuperarle y le dio todas las oportunidades posibles para reivindicarse, pero no pudo ser. Xavi, que llegó con muchas más urgencias, no ha podido tener paciencia con el futbolista mejor pagado de la plantilla y le comunicó su descarte con tiempo para que su salida pudiese ser ordenada.
El brasileño es muy buen profesional y poco amigo de los conflictos. En ningún momento se ha rebotado y, tanto él como sus agentes, están poniendo todo de su parte para que pueda irse cedido o con la carta de libertad a otra parte. Coutinho solo puso una condición: para salir del Barça quería una Liga mayor, por lo que solo aceptaría salir a la Premier o a Italia.
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Nada de experimentos extraños, ni retiros dorados en Ligas exóticas. En Italia, solo la Juve podría llegar a pagarle algo similar a lo que percibe en el Barça, pero no hay interés. La clave de todo pasa por la Premier y habrá que ver si esta semana se firma algo. El Barça está ayudando en todo lo que puede.