El jugador del FC Barcelona Ivan Rakitic fue la gran sorpresa de la convocatoria de Luis Enrique Martínez para el partido contra el Villarreal, después de caer de la lista de 18 jugadores.
Para el croata, acostumbrado a ser uno de los pesos pesados del equipo del entrenador asturiano, quedar fuera de la lista fue un golpe duro. Desde el pasado 3 de diciembre, con el clásico, la incidencia del croata en el juego del equipo había descendido visiblemente, pero su descarte fue como un jarro de agua fría.
Rakitic, quien siempre ha presumido de su faceta más familiar, no encontró mejor refugio que su mujer y sus dos hijas, Althea y Adara, para superar el mal trago de quedar fuera de uno de los partidos más importantes de la temporada.
La esposa del jugador, Raquel Mauri, quiso compartir un instante de la intimidad familiar, con una fotografía en la que las dos niñas aparecen abrazando cariñosamente al futbolista.
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Del mismo modo, también su mujer subía en su cuenta de Instagram una tierna fotografía de la hija pequeña de la pareja junto al comentario "no busquéis el mejor papi del mundo porque lo tengo yo".