Cuando el mejor futbolista del mundo está en tu equipo, es normal buscarle para que resuelva. Pero no siempre tiene que ser así y el propio Leo Messi anima a sus compañeros a decidirse por el chut si es la mejor opción. Lo mismo Ronald Koeman, que en alguna rueda de prensa había lamentado que sus futbolistas no probaran el disparo lejano y quisieran prácticamente entrar con el balón controlado hasta la misma línea de gol.
En una acción del partido en el Benito Villamarín se produjo un momento clave, ya con Leo Messi y Francisco Trincao sobre el terreno de juego. Entraron en el mismo momento y protagonizaron la remontada. El portugués tuvo una buena oportunidad para probar el disparo, pero no se decidió y optó por pasársela al capitán azulgrana. No estaba en buena disposición y la jugada se perdió.
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Messi le animó entonces a Trincao en que se sacara los miedos de encima y si tenía otra igual, chutara. Sin duda, en el ex el Sporting de Braga pesaban las oportunidades no materializadas, como el día del Granada en la Copa del Rey. La palabra del capitán fue una bendición para el luso, que no lo dudó cuando Víctor Ruiz perdió el balón. Ahí no buscó a ningún compañero. Se la preparó un soltó un excelente zurdazo, imposible para Joel Robles y que tócó el travesaño por dentro. Un golazo, tres puntos de oro y 'chute' de confianza para un jugador que necesitaba 'desmelenarse'.