La decisión del aplazamiento, suspensión o cambio de lugar del Clásico la tiene la Federación Española de Fútbol (RFEF). Debe escuchar a las partes, pero la decisión final es responsabilidad suya y sí es cierto que ambos clubs tienen una gran relación con la RFEF. Como escribíamos este mediodía en SPORT, la decisión final sobre si se cambia de estadio o aplazamiento del Clásico del próximo día 26 es de la RFEF.
Así de claro lo recoge el Artículo 42 en su punto 3 del mismo, donde dice:
“Con independencia del ejercicio de las facultades disciplinarias que son propias de los órganos federativos de esta naturaleza, corresponden a la RFEF, por sí o a través del órgano en quien delegue, las siguientes competencias:
a) Suspender, adelantar o retrasar partidos y determinar la fecha y, en su caso, lugar de los que, por causa reglamentaria, razones de fuerza mayor, o disposición de la autoridad competente, no puedan celebrarse el día establecido en el calendario oficial o en las instalaciones deportivas propias.
A los efectos que prevé el apartado anterior, se solicitará informe previo de la LNFP, que no tendrá carácter vinculante”.
DE PLAZO HASTA EL LUNES
Los dos clubs se han manifestado ya al respecto. El Fútbol Club Barcelona, como adelantamos en SPORT, se opone al cambio. Lo mismo que el Real Madrid, que, sin embargo, no vería con malos ojos el aplazamiento. Los dos clubs tienen de plazo hasta el lunes.
Pero su decisión no es vinculante. Es decir, el Comité de Competición debe escuchar a las partes, pero la decisión final la tiene el órgano disciplinario. Ya sea mantener el Camp Nou, cambiar al Santiago Bernabéu o el aplazamiento.
Porque, en este caso, además tendrán una importancia los informes de Antiviolencia, que ha declarado el partido de alto riesgo, el posible informe policial o toda la documentación que haya adjuntado la propia Liga en su solicitud de modificar el lugar de disputa del partido.
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Además, y como contamos esta mañana en SPORT, hasta el propio presidente, Luis Rubiales, tiene potestad a la hora de la decisión final. Y aquí, sin duda, puede jugar un papel importante las buenas relaciones que ambos clubs mantienen con la propia RFEF.