Prácticamente inadvertido con Ronald Koeman (que llegó a apostar por él en un tramo del curso), Samuel Umtiti tiene las horas contadas en el FC Barcelona. Siempre y cuando no se enroque el próximo verano y tense la cuerda con el club y se oponga a salir a buscar un nuevo destino donde pueda tener más minutos. Con esa maltrecha rodilla sobrevolando su venta y su futuro como futbolista, no parece nada fácil que algún club europeo quiera pagar un traspaso y asumir una ficha parecida a la que tiene ahora mismo en can Barça.
Y es que el central galo tiene aún dos temporadas más de contrato con el cuadro azulgrana tras la renovación que firmó en 2018. En aquella época la entidad azulgrana estaba encantada con su rendimiento en dos primeras campañas espectaculares y en las que mostró un nivel altísimo al lado de Gerard Piqué en el eje de la defensa.
UNA RODILLA QUE LO ENTURBIA TODO
Pero sus problemas de rodilla se convirtieron en un infierno y desde hace más de dos años ha ido de hoyo en hoyo y jamás ha recuperado ni la continuidad ni el rendimiento mostrado en sus inicios. Aún es joven (27 años) y el Barça se aferra a eso para poder deshacerse de él en la próxima ventana de fichajes.
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Con un salario bruto de 14 millones de euros, se presenta como una barrera casi insalvable si el francés no acepta rebajar sus emolumentos para continuar su carrera en otro lado donde pueda tener más oportunidades. El último en sumarse a esa puja ha sido el Zenit de San Petersburgo ruso, donde juega el exazulgrana Malcom, por el que pagó 40 millones de euros. En esta información de 'Sky Sport', eso sí, también se añadía que el central no ve con buenos recalar en el fútbol ruso. En cualquier caso, será uno de los múltiples culebrones que nos dejará el mercado en clave Barça en un verano que será muy largo.