La imagen del frío y seco saludo entre Joan Laporta y Ronald Koeman en la celebración del treinta aniversario de Wembley, fue muy comentada por todo el mundo. La razón es muy sencilla: Koeman no quiere saber nada de Laporta.
Le saludó por educación y por el cargo que representa. Como persona, le ha decepcionado muchísimo, tanto por cosas que ya han salido a la luz pública como por otras que todavía no se conocen. Tampoco tiene ningún interés en dar detalles de lo que ocurrió durante los meses que coincidieron en el club, pues considera Ronald que únicamente perjudicaría a la entidad y generaría ruido alrededor del primer equipo y del trabajo que está llevando a cabo Xavi Hernández, a quien Koeman le deseó lo mejor y toda clase de éxitos. Por encima de todo, quiere lo mejor para el Barça y la entidad.
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Esa frialdad y distanciamiento con Joan Laporta contrasta con la magnífica relación que sí tiene con los anteriores responsables del club en la presidencia y en la dirección general, Josep Maria Bartomeu y Oscar Grau respectivamente. Ronald Koeman estuvo comiendo con ellos antes de la celebración del aniversario de Wembley, quedando patente que la relación entre ellos es magnífica. Aunque fue Bartomeu quien le fichó, Koeman solo le tuvo como presidente dos meses y medio.