La primera vez que el Barça se cruzó con un club checo, entonces checoeslovavo, fue en la Copa de Europa 1960-1961. Fue el Spartak Kralove, que fue apeado sin muchos problemas (4-0 y 1-1). De hecho, los clubs checos nunca han eliminado al Barça de Europa, ya sea en eliminatorias directas o en liguillas. De la antigua checoeslovaquia, solo el Slovan Bratislava ¿eslovaco¿ privó al Barça de ganar un título: la final de la Recopa 1968-1969, en Basilea (3-2).
Los últimos precedentes ante los checos datan de la Copa de Europa 1991-1992, que ganó el Barça en Wembley, y de la Champions 1999-2000. En ambos casos el rival fue el Sparta Praga y, salvo en una ocasión, el Barça siempre sumó de tres en tres. Hoy, ante el Viktoria Pilsen, la historia debe repetirse.