"El club ya tiene una velocidad de crucero"

Ferran Olivé, tesorero del FC Barcelona, dio su versión sobre el estado financiero del club y analizó algunos de los detalles del balance económico que se someterá a votación en el transcurso de la próxima Asamblea prevista para el próximo 19 de octubre.

Olivé incidió en las enormes adversidades que la actual directiva ha tenido que hacer frente durante los tres años del mandato de Laporta. "El Club ya tiene una velocidad de crucero. Nos ha costado prácticamente tres años. Tener un resultado ordinario positivo es tremendamente difícil en una empresa si se tiene en cuenta de dónde veníamos y dónde estamos”, señaló. Es necesario recordar que el club presumió de un beneficio ordinario de 12 millones de euros en el balance 23-24. Aunque el cómputo global registró unas pérdidas de 91 millones de euros como consecuencia de Barça Visión.

El directivo reiteró la situación financiera que la directiva actual se encontró cuando accedió a la presidencia. “Nos encontramos la tormenta perfecta a nivel económico. Había una cuenta de resultado negativa, una tesorería en la que el Club no podía hacer frente a los pagos del mes siguiente y teníamos un patrimonio negativo por encima de los 450 millones”.

Olivé señaló que en los primeros meses de gestión, el Barça apenas si pudo hacer frente al día a día. “Además de estas tres cosas, teníamos una preocupación, que son los pagos que el Club tenía comprometidos. Era como un barco con un agujero y tú ibas tapando y tapando para hacer que el barco siguiera navegando. Por culpa de estos compromisos, lo que no podías arreglar era el año ordinario. Ahora, el barco tiene ya una velocidad de crucero".

El lastre del Estadi Olímpic

Además de la gestión anterior, el tesorero del Barça puntualizó las repercusiones financieras derivadas de la remodelación del Spotify Camp Nou. “Viniendo de la situación de la que veníamos, en términos económicos, hacer un nuevo estadio era lo más desaconsejable. Pero sí valoramos algo que no tenía retorno: o nosotros construíamos el nuevo estadio en ese momento o estaríamos en una situación de desventaja respecto a otros Clubs, que son nuestros competidores y que ya tenían sus estadios prácticamente hechos”. Olivé indicó que el traslado al Estadi Olímpic supone unas pérdidas de 100 millones de euros.

Cuestionado por la necesidad de incrementar el capítulo de ventas de jugadores para sanear las cuentas globales, Ferran Olivé negó que tras esta estrategia de mercado hubiera algún tipo de operación para maquillar el balance. "Son ventas que se produjeron a principios de temporada. No fueron una situación para maquillar el resultado, sino que fue la fuerza del propio Club de generar negocio, como no puede ser de otra forma”, sentenció.