El partido entre el Barcelona y el Real Madrid que se disputó en el Camp Nou correspondiente a la Liga española tuvo que ser parado durante un par de minutos por una masiva caída de balones sobre el terreno de juego.
Fue a los 10 minutos del inicio de la segunda parte, m.55, coincidiendo con la entrada de Arturo Vidal en el terreno de juego, cuando el partido se detuvo porque el césped del Camp Nou se inundó de balones que se habían lanzado desde la grada, unas acciones que vienen en el marco de las manifestaciones del Tsunami Democràtic.
Fueron los balones de playa hinchables o simplemente globos de color amarillo los que tuvieron que retirarse del terreno de juego porque la grada decidió manifestarse de los problemas políticos a través de Tsunami Democràtic.
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El clásico sirvió de escenario para las reivindicaciones políticas que se repiten en Catalunya durante los últimos meses. Ocurrieron incidentes en las horas previas del encuentro e incluso durante el mismo tanto dentro (los balones o el mosaico) como fuera del Camp Nou, en las calles próximas al estadio azulgrana.