Marc-André Ter Stegen llegará a los 50 partidos con el FC Barcelona en el partido de LaLiga Santander 2016-17 de este sábado ante el Leganés. El alemán, que cumple su tercera temporada en el club blaugrana, llega a esta cifra con cierto retraso después de que tuvo que compartir la titularidad con Claudio Bravo durante las dos primeras campañas. El chileno jugaba la Liga y Marc-André los torneos de eliminatorias.
El Barça tuvo cubierta la portería a la perfección, pero la entente forzada por Luis Enrique fue imposible de mantener por tercer año consecutivo. Bravo y Ter Stegen querían ser el guardameta del Barça en todas las competiciones y al final Claudio acabó en el Manchester City y Marc-André como indiscutible en el Camp Nou.
La suerte de Ter StegEN
El meta alemán tampoco ha tenido suerte en lo que se lleva de temporada 2016/17 con las lesiones, pues ya ha sufrido dos. La primera dilató la situación de Claudio Bravo. La segunda, llevó a que Jasper Cillessen tuviera que debutar recién llegado a Barcelona en el Barça-Alavés (1-2). Pese a todo, el meta alemán no solo ha demostrado su calidad sino también su fortaleza mental. Se recuperó a marchas forzadas de sus problemas musculares para jugar el Barça-Celtic (7-0) y resultar decisivo al detener un penalti a Moussa Dembelé con el 1-0 en el marcador.
Así que, si no se produce un nuevo contratiempo, en el estadio municipal de Butarque Marc-André Ter Stegen llegará a los 50 partidos. En los 49 que lleva disputados ha encajado 43 tantos. Un promedio relativamente alto, teniendo en cuenta que lo penalizaron partidos como el 4-0 de la Supercopa de España de la pasada temporada contra el Athletic.
Un meta decisivo
Pese a todo, desde su fichaje en el verano de 2014, el meta ha sido decisivo en la conquista de la Champions, las dos Copas del Rey o las Supercopas de Europa y España que sumó el equipo.
El ex del Borussia de Mönchengladbach es un seguro de vida bajo palos y lo ha demostrado cuando había que demostrarlo: en los partidos grandes. Por ejemplo, su gran parada a Lewandowski en el Allianz Arena fue escogida, hace dos campañas, la mejor intervención de la Champions. Más recientemente, en la final de Copa contra el Sevilla, el teutón mantuvo a un Barça en inferioridad numérica en el partido con 0-0 en el marcador.
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Sin embargo, la cualidad más valorada en Ter Stegen no son sus paradas sino su juego con los pies, condición balsámica para el estilo de juego azulgrana. Pese a los muchos riesgos que corre, sus fallos en la salida de balón son prácticamente inexistentes. El bueno de Marc-André es presente y, sobre todo, futuro, por lo que en sus manos está seguir sumando partidos y éxitos como azulgrana.