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El super proyecto del Chelsea va camino de fracaso estrepitoso. Con una inversión en fichajes de cerca 500 millones de euros, el equipo londinense sigue anclado en la mitad de la tabla con nulas opciones de ganar la Premier y prácticamente descabalgado de la lucha por entrar en la Champions League.
Un desastre deportivo y económico que va a traer consecuencias en el futuro con una nueva revolución de plantilla en la que pueden salir nombres ilustres par a dar cabida a más estrellas con las que encauzar el rendimiento del equipo. En el Chelsea están convencidos de que se ha fichado muy mal y maldicen que se le escaparan algunos objetivos vitales para afrontar el curso.
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Uno de estos nombres era el de Raphinha, quien apostó por irse al Barça rechazando una propuesta superior del Chelsea. En Londres tienen claro que el principal problema del equipo está en posiciones ofensivas y los técnicos no se olvidan de un jugador que marcaba diferencias en la Premier y que en el Barça, por ahora, no es diferencial. Le quieren y tirarán el anzuelo el próximo verano por si el Barça necesita sacar lastre para cuadrar números. Y hay dinero de sobra para firmarle.