El Barcelona B, y el juvenil y el femenino cuando les toca jugar en el Mini Estadi, necesitan del mejor terreno de juego para desplegar un fútbol técnico y de toque. Así que un césped en malas condiciones es un gran inconveniente. Y el del Mini Estadi, que no se cambia desde agosto de 2013, no acostumbra a estar en las mejores condiciones.
Pero la situación se agravó después del partido ante el Córdoba. Pese a la goleada, jugadores y técnicos del filial quedaron muy insatisfechos con la situación del verde y mostraron su disconformidad. Ese día cayó en menos de una hora 20 litros de agua por metro cuadrado. Solo tres días después, le tocó jugar en el Mini Estadi al juvenil 'A', frente a la Juventus en la UEFA Youth League, y el estado césped volvió a ser un hándicap para los jugadores.
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Pero en los últimos días se han acelerado los trabajos de mejora y todo parece señalar que no hará falta un cambio del verde, en un estadio además que tiene fecha de caducidad, a finales de 2018 para dar paso al 'Espai Barça'. Se han hecho resiembras y cuidados especiales y la mejora está siendo importante, hasta el punto de que, si no hay imprevistos climáticos, se podría garantizar que esté en las condiciones adecuadas el próximo lunes 25 de septiembre, cuando el filial vuelva a pisarlo para enfrentarse al Lugo.