Durante muchas semanas, la dirección deportiva del FC Barcelona ha negociado las salidas de jugadores con una gran presión encima. Las dificultades para poder inscribir a los nuevos fichajes y a los renovados daba mucho poder a los futbolistas descartados por Xavi en cualquier operación porque podían presionar al club con esta situación. Tenían totalmente la sartén por el mango.
El Barça se ha fijado como objetivo prioritario poder cerrar cuanto antes las inscripciones porque el inicio de la liga está a la vuelta de la esquina; el debut es el sábado contra el Rayo Vallecano en el Camp Nou, y también para poder negociar con más calma por los futbolistas descartados, especialmente en el caso de Memphis Depay. Con las 25 fichas inscritas en la liga ya no correrá tanta prisa la salida del delantero holandés, la de Braithwaite y la de Umtiti.
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El club azulgrana ha avanzado, y mucho, en la negociación para el traspaso de Memphis a la Juventus. La idea es que haya un traspaso bajo y bonus en el futuro dependiendo del rendimiento del jugador. Por la marcha de los otros dos jugadores difícilmente se conseguirá dinero y lo más probable es que se acaben yendo gratis y cobrando una parte de los años que les quedan de contrato.