Poco a poco va entrando dinero en las cuentas del Barça, ya sea directamente, como en el caso de André Gomes o Marc Cardona, o a través de la ingeniería financiera, como con el traspaso de Cillessen al Valencia. Pero la maquinaria no debe dejar de girar y las salidas deben acelerarse.
El Barça está apretando para que los siguientes temas que queden resueltos sean los de Rafinha y Denis Suárez. Se ha puesto de fecha límite el próximo 30 de junio porque, pese a que André Gomes deja en caja 25 millones de euros a través del Everton y Cillessen supondrá, sobre el papel, 24 millones de euros, aún sigue siendo necesario dar una última vuelta de tuerca a las salidas para no entrar en el mes de julio con el agua al cuello.
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En ese sentido, la entidad blaugrana, y pese a que la urgencia ya no es tan evidente, está intentando que Denis Suárez y Rafinha decidan su futuro antes de una semana. Parece más sencillo que así sea en el caso de Rafinha, que tiene claro que el Valencia es una gran opción, pero tiene también ofertas como la del Eintracht de Frankfurt. Por su parte, Denis Suárez es una prioridad absoluta para Marcelino, que le quiere en Mestalla.