Carles Pérez debutó oficialmente en Ipurua ante el Eibar en la última jornada de pasada Liga, el 19 de mayo de 2019. Aquel día lució la tercera equipación blaugrana, una camiseta color salmón con el 43 a la espalda. Sobre el dorsal, su nombre, Carles Pérez.
Hasta ahí todo normal si no fuera por un pequeño detalle que no pasó desapercibido para el canterano. La peculiaridad descubierta por el de Granollers es que el apellido no estaba acentuado. El futbolista, cuando vio que no había tilde, se sorprendió por ello y, aunque en un primer momento no dijo nada, acabó comentando el tema con responsables del club para que, en los próximos partidos, si los había (en aquel entonces no sabía que esta temporada acabaría participando en las dos primeras jornadas de LaLiga), su nombre y apellido apareciesen escritos de forma correcta. Aunque le comentaron que no habría problema, la tilde sigue sin hacer acto de presencia en los dos partidos que ya ha jugado ante Athletic y Betis.
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Se trata de un error que el futbolista, en ningún momento, se ha tomado mal. De hecho, ha provocado algunas risas comentándolo con su entorno. Pese a ello, tiene claro que, aunque las camisetas sin la tilde le han dado muy buena suerte, prefiere jugar con su apellido escrito de forma correcta. En ese sentido, no es nada supersticioso.