Gianluca Rocchi no puso la misma bara de medir con el Barça que con el APOEL. De hecho, el conjunto azulgrana hizo tres veces menos faltas que el chipriota pero vio las mismas tarjetas: tres amarillas y una roja. Teniendo en cuenta que el Barça solo cometió un total de cinco infracciones, la factura -Alves y Rafinha no estarán ante el PSG- a pagar fue carísima.
En la primera parte, el APOEL cometió 3 faltas, por 4 del Barça. En la segunda, los locales hicieron 13 y el Barça, solo una: la que significó la segunda amarilla a Rafinha.
De hecho, solo dos faltas cometidas por el conjunto azulgrana no significaron cartulina amarilla.
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Especialmente en la segunda mitad, concretamente en el tramo final, el APOEL se empleó con dureza pero el colegiado italiano no lo castigó lo suficiente. Es cierto que Guilherme fue expulsado, pero hubo otras acciones en las que Rocchi perdonó la amarilla a los jugadores locales.