El estado de ánimo del barcelonismo no pasa precisamente por su mejor momento después de la dolorosa eliminación en los cuartos de final de la Champions League ante la Roma. El ambiente en los prolegómenos del partido ante el Valencia distaba de ser el propio de un duelo frente a uno de los grandes de la Liga y con el título muy cerca de sentenciarse. La derrota europea y la lluvia que cayó en Barcelona afectó en gran manera al público.
Las únicas notas de ánimo llegaron por parte de los turistas que acuden ya de forma habitual al Camp Nou. Los seguidores que aprovechan sus vacaciones para acudir al Estadi lo hacen ajenos a la dinámica del equipo y con ganas de aplaudir a los jugadores. Los futbolistas se llevaron sus aplausos al saltar al campo a calentar y cuando sus nombres sonaron por megafonía. Era un público muy centrado en sus ídolos ya que cuando se nombró a Ernesto Valverde se hizo el silencio.
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La morfología del público del Camp Nou ha cambiado mucho con el paso de los años y la potenciacion del 'Seient Lliure'. El socio tradicional cada vez es más reacio a acudir al Estadi y mucho menos después de un partido tan desastroso como el de Roma, con el añadido de que el tiempo no acompañó.